Los últimos versos de Benedetti
Mientras lectores de medio mundo dan su emocionado adiós al poeta, salen a la luz fragmentos del libro que estaba escribiendo
ROBERT MUR XAVI AYÉN Buenos Aires / Barcelona 19/05/2009 Actualizada a las 03:31h Cultura
El amor, la muerte, los libros... son algunos de los temas que han quedado, como un último mensaje, en los poemas que ha dejado Mario Benedetti antes de morirse (dos de los cuales se ofrecen en esta página). Como apunta su agente y amigo, Guillermo Schavelzon, "son parte de un libro nuevo que estaba en preparación y que no alcanzó a terminar. Habrá que esperar un tiempo para ver todo el material y qué se hace con él. En principio, no va a aparecer ninguna cómoda con nuevos textos inéditos, más allá de este libro. Lo sé porque él me iba enviando cada poema que terminaba, así, unoa uno, a medida que los escribía, quería saber enseguida la opinión de sus amigos".
La reacción de los lectores, ayer, en todos los países de habla hispana demostró que Benedetti era, sin duda, uno de los poetas más seguidos de la actualidad. Muchos de los que acudieron a darle su último adiós afirmaban que "murió de amor". Si, en cuerpo, falleció el domingo tras una larga y molesta enfermedad intestinal, lo cierto es que su alma empezó a declinar cuando su mujer, Luz, con quien compartió 60 años de matrimonio, empezó a perder la conciencia por el alzheimer para acabar falleciendo hace tres años. "Acontece la noche y estoy solo/ cargo conmigo mismo a duras penas/ al buen amor se lo llevó la muerte/ y no sé para quien seguir viviendo", escribió el poeta en 'Testigo de uno mismo' (Visor), la última de sus más de ochenta obras. Integridad, compromiso, generosidad, humildad. Son palabras comunes en las muestras de dolor expresadas desde todos los ámbitos y países. Póstuma unanimidad de la que no todos los grandes literatos pueden presumir en el más allá. Por supuesto, como todos los escritores izquierdistas de su generación, sintió admiración por el líder cubano Fidel Castro y su revolución, que defendió sin tapujos hasta la muerte, a diferencia de tantos colegas que se distanciaron de la deriva autoritaria del régimen. Sin embargo, ello nunca le reportó las críticas que otros sí recibieron. La unanimidad en los elogios al poeta quizá respondan a su ejemplo de integridad. "Las causas en las que creo y que son derrotadas son las que me impulsan, porque gracias a que las defiendo puedo dormir tranquilo", dijo Benedetti. El escritor uruguayo Eduardo Galeano acudió al domicilio montevideano de Benedetti nada más conocer su muerte, y con más silencios que palabras expresó poéticamente su pesar: "Benedetti en italiano significa benditos y lo único que puedo decir es eso, benditos, benditos sean las mujeres y los hombres honestos y generosos como él", dijo. De esa generosidad fue testigo en el 2005 el entonces presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y el grupo de periodistas que lo acompañábamos en su visita a Uruguay. Maragall saludó a Benedetti a las puertas del geriátrico donde Luz vivía su alzheimer y donde su marido la visitaba cada día. El escritor, pese a su evidente tristeza, no tuvo reparos en fotografiarse y charlar unos minutos no sólo con el president sino también con los periodistas. "Podemos estar contentos de que la obra de Benedetti llegó a su plenitud hace ya algún tiempo", dijo Hortensia Campanella, biógrafa de Benedetti. El cantante Joan Manuel Serrat, que musicalizó al poeta en el disco El sur también existe,declaró sentir "pena por la muerte del amigo y la separación definitiva que esto significa, y liberación, porque en este caso la muerte se presenta como liberadora". Y poético fue el presidente de Uruguay, Tabaré Vázquez, uno de los primeros en visitar la capilla ardiente instalada en el Congreso. "Mario nunca muere, se siembra", dijo Vázquez.
Fuente: www.lavanguardia.es
MÁS INFORMACIÓN Miles de uruguayos dan un último adiós silencioso y emocionado a Benedetti Enlace: HagoClic.com: Sus poemas grabados
martes, 19 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Ahora me entero! Como hoy además es la fiesta de la Ascensión, os dejo acá el Padre Nuestro Latinoamericano de Benedetti! ;)
ResponderEliminarPadre nuestro que estás en los cielos
con las golondrinas y los misiles
quiero que vuelvas antes de que olvides
cómo se llega al sur de Río Grande
Padre nuestro que estás en el exilio
casi nunca te acuerdas de los míos
de todos modos dondequiera que estés
santificado sea tu nombre
no quienes santifican en tu nombre
cerrando un ojo para no ver las uñas
sucias de la miseria
en agosto de mil novecientos sesenta
ya no sirve pedirte
venga a nos el tu reino
porque tu reino también está aquí abajo
metido en los rencores y en el miedo
en las vacilaciones y en la mugre
en la desilusión y en la modorra
en esta ansia de verte pese a todo
cuando hablaste del rico
la aguja y el camello
y te votamos todos
por unanimidad para la Gloria
también alzó su mano el indio silencioso
que te respetaba pero se resistía
a pensar hágase tu voluntad
sin embargo una vez cada tanto
tu voluntad se mezcla con la mía
la domina
la enciende
la duplica
más arduo es conocer cuál es mi voluntad
cuándo creo de veras lo que digo creer
así en tu omniprescencia como en mi soledad
así en la tierra como en el cielo
siempre
estaré más seguro de la tierra que piso
que del cielo intratable que me ignora
pero quién sabe
no voy a decidir
que tu poder se haga o se deshaga
tu voluntad igual se está haciendo en el viento
en el Ande de nieve
en el pájaro que fecunda a la pájara
en los cancilleres que murmullan yes sir
en cada mano que se convierte en puño
claro no estoy seguro si me gusta el estilo
que tu voluntad elige para hacerse
lo digo con irreverencia y gratitud
dos emblemas que pronto serán la misma cosa
lo digo sobre todo pensando en el pan nuestro
de cada día y de cada pedacito de día
ayer nos lo quitaste
dánosle hoy
o al menos el derecho de darnos nuestro pan
no sólo el que era símbolo de Algo
sino el de miga y cáscara
el pan nuestro
ya que nos queda pocas esperanzas y deudas
perdónanos si puedes nuestras deudas
pero no nos perdones la esperanza
no nos perdones nunca nuestros créditos
a más tardar mañana
saldremos a cobrar a los fallutos
tangibles y sonrientes forajidos
a los que tienen garras para el arpa
y un panamericano temblor con que se enjugan
la última escupida que cuelga de su rostro
poco importa que nuestros acreedores perdonen
así como nosotros
una vez
por error
perdonamos a nuestros deudores
todavía
nos deben como un siglo
de insomnios y garrote
como tres mil kilómetros de injurias
como veinte medallas a Somoza
como una sola Guatemala muerta
no nos dejes caer en la tentación
de olvidar o vender este pasado
o arrendar una sola hectárea de su olvido
ahora que es la hora de saber quiénes somos
y han de cruzar el río
el dólar y su amor contrarrembolso
arráncanos del alma el último mendigo
y líbranos de todo mal de conciencia
amén.