lunes, 6 de abril de 2009

La manzana de la discordia

Según el diccionario de la RAE la palabra manzana puede significar:
manzana
(Del ant. mazana, y este del lat. Mattiāna [mala], una especie de manzanas).
1. f. Fruto del manzano, de forma globosa algo hundida por los extremos del eje, de epicarpio delgado, liso y de color verde claro, amarillo pálido o encarnado, mesocarpio con sabor acídulo o ligeramente azucarado, y semillas pequeñas, de color de caoba, encerradas en un endocarpio coriáceo.
2. f. Espacio urbano, edificado o destinado a la edificación, generalmente cuadrangular, delimitado por calles por todos sus lados.



Y en Barcelona existe una manzana conocida como La Manzana de la Discordia que se encuentra exactamente en el Paseo de Gracia (o Passeig de Gràcia, en catalán).
El Passeig de Gràcia es la columna vertebral del Ensanche barcelonés (Eixample, en catalán), la arteria que comunica la Gran Via de les Corts Catalanes con la avenida Diagonal y una de las calles más concurridas de la ciudad. En sus orígenes, se trataba de un camino que conectaba las murallas de la ciudad con las villas que quedaban fuera, como el barrio de Gràcia.

A principios del siglo XIX se derribaron las murallas y en 1872 comenzó a circular la primera línea de tranvías tirados por caballos. La burguesía barcelonesa convirtió esta avenida en su lugar de ocio y entre las calles de Aragó y Mallorca existía una zona conocida como los Campos Elíseos con jardines, salas de fiesta e, incluso, una montaña rusa. Actualmente, cines, restaurantes, bares y las firmas internacionales de mayor prestigio se concentran a ambos lados del paseo. Sin embargo, su principal aliciente es el de haberse convertido en un museo de arquitectura modernista al aire libre.

Entre las calles Consell de Cent y Aragó, en apenas 100 metros escasos, se concentran tres de los mejores ejemplos modernistas de la ciudad. El primero que se encuentra es la Casa Lleó-Morera, obra del arquitecto Lluís Doménech i Montaner y, a muy poca distancia, la Casa Amatller, de Josep Puig i Cadafalch y la Casa Batlló, del célebre Antoni Gaudí. Por la extrema proximidad de estos tres llamativos edificios este tramo se conoce como la manzana de la discordia. Y justo aquí, a las puertas de la Casa Amatller, una baldosa en el suelo indica que nos encontramos en el km.0 de la Ruta Europea del Modernismo.
La manzana de la discordia es una referencia a la manzana dorada de la discordia que, según la mitología griega, la diosa Eris (Ερις, ‘disputa’) destinó ‘para la más bella’ en la boda de Peleo y Tetis, originando una terrible disputa entre Hera, Atenea y Afrodita que terminaría llevando a la Guerra de Troya (será lo que se conoce como El Juicio de Paris, según la mitología griega, el hecho que desencadenará dicha guerra). Así, la «manzana de la discordia» se convirtió en el eufemismo para el centro, núcleo o quid de un argumento, o para un asunto menor que podía llevar a una gran disputa.
El prestigio y la fama de los 3 arquitectos catalanes, además de la supuesta rivalidad existente entre ellos, hizo que con el tiempo esta manzana de casas pasara a llamarse La Manzana de la Discordia.

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